lunes, 17 de noviembre de 2014

Querida hedmanita pidata:

No quiero ni hacer cálculos de cuanto tiempo tiene que elegiste esa frase para describir nuestra relación… ¡Wow! Cuantos años has estado a mi lado, cuantas aventuras hemos pasado juntas y cuantas tristezas hemos superado porque nos tenemos la una a la otra.

Sin miedo a nada, por este medio te digo una vez más que te amo con toda el alma. Claro que tenemos diferencia, claro que nos hemos peleado y por supuesto que a veces nos caemos mal por insignificancias. Nos reímos, nos juzgamos, nos burlamos e incluso nos insultamos. Y todo porque no podemos ser más que personas; humanos respirando el mismo aire. Pero con todo y eso aquí seguimos, listas para limpiar las lágrimas o salir a comer alitas.

A veces pienso en ti y sólo veo las cosas malas: los gestos, las palabras e incluso las amistades externas. Sabes bien que parte no me gusta de ti o quiénes en tu vida no me parecen adecuados (y sí. Hablo de amores y gustos personales), pero también sabes que con todas esas cosas lo único importante para mí es que tú eres auténtica conmigo. Y cuando se trata de hacer una lista siempre estoy en tus primeros números. Nunca me has dejado sola ni en segundo plano.

Sé muy bien que de tu parte deber ser algo parecido, sé que me quieres y te preocupas por mí. ¡Oh, claro que lo sé! ¿O ya no recuerdas que pensamos igual y hablamos raro? Así que por eso esta carta no es exactamente para decirte cuanto te aprecio o cuanto te agradezco lo que haces, porque bien sabemos todo eso (es de las cosas que nunca he temido decirte). Este texto es más bien para disculparme.

Te pido perdón por todas esas veces que he estado ausente. Sé que si pasamos demasiado tiempo juntas llega el punto en el que nos hartamos una de la otra, y sé que a veces cuando más me necesitas yo no estoy ahí por ese miedo. Pero también debes saber que el momento en el que mandes un mensaje con las letras “S.O.S.”, te llamaré.

También quiero pedirte una disculpa por decir aquello que no quieres escuchar, y al mismo tiempo advierto que lo seguiré haciendo. Sé que piensas que te criticaré o juzgaré y por eso te digo las cosas como van, sin embargo te afirmo que nunca lo he hecho. Cada persona es dueña de sí misma y a mi parecer ni siquiera juzgarte a ti mismo está permitido por el simple hecho de que somos humanos y no lo podemos saber todo. Y no te digo las cosas para herirte. Para mí la sinceridad es lo mejor de nuestra relación y aunque a veces te duela escuchar mis palabras, tienes que hacerlo. No soy Pepé Grillo pero Tanya Chapulín se le acerca o ¿no?


Y por último quiero pedirte perdón por todo lo que no te digo o no te dije. Muchas veces me he preguntado porque nunca he podido hablarte directamente de ese cariño que existe en mi corazón de piedra para aquel chico del cual ambas sabemos su nombre, y siempre me respondo lo mismo: no lo sé. Creo que tiene que ver con el hecho de que tú estuviste ahí todo el tiempo y por eso no es necesario dar detalles de lo que tú viste, y al mismo tiempo siento que mucho tiene que ver con el hecho de que ni siquiera yo tengo nombre para esa situación. Sé que no soy exactamente un libro abierto pero tampoco me considero una mente totalmente cerrada. Contigo hablo y confieso muchas cosas, sabes de mi familia, de mis “amigos” y hasta de mis mascotas, aunque claro está que hay muchas más que me guardo. No por miedo o desconfianza, sino porque muchas veces simplemente no estoy lista para hablar. Tú mejor que nadie sabe que pienso demasiado y al hacerlo creo que mi necesidad de hablar se desvanece un poco. Además, hasta ahora no me he llenado de sentimientos porque el escribir me ayuda a sacar las cosas.

Y bien, si leíste todo esto y aún sigues queriendo leer mis palabras… Debes saber que aunque el tiempo, la distancia o la vida algún día nos llegue a separar, siempre me sentiré en deuda contigo y mientras viva siempre tendré algo que escribir gracias a que tú eres parte de mi vida. Sólo contigo he vivido tantas cosas en tan pocos años.

Te quiere,

Tu hermana.

0 comentarios:

Publicar un comentario