miércoles, 6 de agosto de 2014
Publicado por
☮TaNyA☮
en
11:17
Etiquetas:
amante,
amistad,
amor,
chico malo,
encontrado,
mejor amigo,
perdido,
personal,
problemas
¡Wow!
Triste es saber que ya ni siquiera puedo llamarte "amigo", no
tengo las ganas ni mucho menos razones. Y quisiera decir que en parte es mi
culpa pero la verdad es que no lo creo así. Sé que
suena egoísta y
tal vez un tanto infantil, pero la razón por la
que decidí que no
aguantaría más tus
arranques de ira, “malos
entendidos”,
mentiras y demás malos
tratos, es porque te quiero demasiado.
Te quiero tanto que no sólo he
escrito esta carta para ti, de hecho podría juntar
todas esas páginas
llenas de mis pensamientos sobre ti y armar un gran libro. Te quiero tanto que
necesité de toda
la fuerza en mí para no
contestar un mensaje más. Te
quiero tanto que llegué a
pensar que no te quería, sino
que te amaba, y esa pequeña chispa
en mi cerebro me hizo aún más
temerosa por los efectos que podrías tener
en mí. Por
eso he decidido dejarte ir. He decidido que ya no quiero ser más
masoquista, porque si bien llegaste a ser el único que
estaba ahí para mí cuando
no tenía a
nadie, también
llegaste a ser el único que
faltaba en mi vida la mayoría del
tiempo.
Y ¿sabes? Eso de
dejarte ir lo he intentado por muchísimo tiempo y no he podido, aún me duele
pensar en ti, aún mis lágrimas corren por mis mejillas cuando recuerdo los
buenos momentos y día con día veo que es más difícil dejar de pensar en ti. No
fue sino hasta hace unos días en los que me puse a reflexionar que, a pesar de
que eres la única persona a la que he tenido el valor de contarle todo sin
importarme nada, también me di cuenta de que eres al único al que nunca le pude decir lo que realmente sientía y a mi parecer eso es lo que aún me
mantiene a la espera de ti. No sé si es porque no quería arruinar esa profunda
amistad que compartíamos o porque simplemente tenía miedo a enfrentarme a mis
propios sentimientos. Pero hoy tienes que saberlo todo, hoy quiero poder decir
tu nombre sin sentir que algo por dentro se destruye.
¿Dramático? Pues sí, pero entre nosotros nunca ha existido nada más que drama y estoy más que convencida de que no he podido seguir adelante porque de alguna manera debo cerrar tu capítulo. No sé cómo o por qué, pero estoy segura de que esto es lo que debo hacer… Tengo derecho y urgencia por expresarlo y tú tienes derecho a saber, a leer e incluso hasta opinar.
¿Dramático? Pues sí, pero entre nosotros nunca ha existido nada más que drama y estoy más que convencida de que no he podido seguir adelante porque de alguna manera debo cerrar tu capítulo. No sé cómo o por qué, pero estoy segura de que esto es lo que debo hacer… Tengo derecho y urgencia por expresarlo y tú tienes derecho a saber, a leer e incluso hasta opinar.
Siempre había
pensado en mí como
aquella chica que no busca problemas y quiere relaciones sanas en su vida, pero
al conocerte me conocí mejor a
mí también y me
di cuenta que tengo un algo por los “chicos
malos”. Esa
clase de chicos que como tú
aparentan no temerle a nada, ser fuertes y rebeldes, esos chicos que parece no
importarles la vida, pero que al mismo tiempo les importas tú más que
nadie. ¿Qué puedo
decir? Me la creí. Y no sólo te di
el título de “mejor
amigo” por
mucho tiempo, sino
que me enamoré. Me
enamoré de tu
sentido del humor, de esas letras que enviabas a diario, de tu rebeldía y tu
forma de protegerme cuando querías… No tengo palabras para describir lo
que sucedía entre nosotros. Éramos amigos, por supuesto. Eras mi mejor amigo. Y en algún punto, entre
malos entendidos, peleas, reconciliaciones y disculpas, ambos caímos el uno por
el otro. No hay manera de negarlo, no hay como escapar de esta confesión…
Bueno, tú puedes decir lo que quieras pero de mi parte todo está claro: Sentía
algo inexplicable por ti.
Me hiciste tanto bien y tanto mal al mismo tiempo. Me perdí en el
mundo y en tu mundo. Cada efecto que me provocaban tus palabras me hacía temerle aún más al
efecto de la gente. Temía en el
poder que ellos podían tener
sobre mí, porque
tú lo
tuviste. No sólo me
hacías
creerte todo, también me
llevaste a lugares físicos y
mentales que en mi vida hubiese imaginado que existían, me
hacías dudar
de mí misma, me retabas para ser alguien más… Y esto último quizá no fue
lo peor, porque si bien lograste hacerme a tu manera, también conocí partes
de mí que nunca
me atreví a
revelar. Me cambiaste tanto, me hiciste daño…
Sin embargo, nunca podría admitir que fuiste un error en mi vida. Nunca podría decir que fuiste lo peor aún cuando si me hiciste caer en lo más bajo. Jamás sería capaz de arrepentirme de todo lo que viví contigo, porque todo ello me ayudó a superar obstáculos, a encontrarme y sobre todo a ser más fuerte. Más fuerte en cuanto a barreras internas, luchas mentales y sobre todo en mis decisiones.
Sin embargo, nunca podría admitir que fuiste un error en mi vida. Nunca podría decir que fuiste lo peor aún cuando si me hiciste caer en lo más bajo. Jamás sería capaz de arrepentirme de todo lo que viví contigo, porque todo ello me ayudó a superar obstáculos, a encontrarme y sobre todo a ser más fuerte. Más fuerte en cuanto a barreras internas, luchas mentales y sobre todo en mis decisiones.
No sólo decidí dejar
de pensar en ti como ese algo que todavía tengo
la esperanza de que ocurra, también he
decidido que no volveré a
dirigirte la palabra hasta que mi mente haya entendido que tú ya no
puedes ser parte de este corazón. Ya no
puedes permanecer aquí y
seguirme cambiando, ni tampoco puedes quedarte para ser un obstáculo que
me impida ver más allá de ti.
Simplemente tengo que dejarte salir y quizá así pueda
volver a decirte “hola” sin
temerle a un gran “adiós”. Porque
después de
todo esto que he decidido, esa es la prueba más dura
por la que me has hecho pasar. Conocer a alguien y caer tan profundo no es lo
peor, sino el momento en el que debes desprenderte de ese amor que es más tóxico que
bendito.
Realmente espero que llegue ese “chico
malo” y que
no sólo
cambie su manera de ver la vida por mí, sino
que cambie su manera de verme a mí y
decida que yo no soy la que debe cambiar para estar con él. Quiero
a alguien con la misma fuerza que tú tenías para
protegerme, con ese sentido del humor que iluminaba mi cara cuando más lo
necesitaba, con esa rebeldía que me
vuelve loca y con esa pasión por lo
que sea que haga, pero al mismo tiempo quiero que ese alguien no sea en nada como
tú. Quiero
que esa persona sí sepa dar no sólo el
cuerpo, sino también el
alma y la mente. Quiero que esa persona no me haga perderme, sino que se pierda
conmigo.
No espero tú
respuesta, sinceramente. No tengo mucho que agradecer ni nada que más que
decir, así que
espero comprendas esta salida
fácil que
estoy tomando para dejar de pensar un poco en ti. Te quiero, sé que nunca
dejaré de hacerlo, pero ahora sabes que tengo más de una razón para quererte
lejos de mi vida.
Nunca más,
Una chica perdida y encontrada.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentarios:
Publicar un comentario